Las consecuencias del tabaco en los dientes
Las consecuencias del tabaco en los dientes son diversas afectando tanto a tejidos periorales, mucosas, dientes y saliva.
En cuanto a tejidos periorales vemos que el tabaco es el factor irritativo local más importante en la producción de las leucoplasias o lesiones precancerígenas, de aquí que se llame a esta lesión por ciertos profesionales dentales como placa blanca de los fumadores. Se ha demostrado que la acción del humo en países y regiones donde más se fuma se ve más esta lesión.
Pero no sólo se ve como afecta el tabaco a los dientes y su hábito sino también su cantidad, su calidad, la forma de fumar, la duración y la predisposición del terreno. El tabaco rubio es peor que el negro y este peor que el tabaco de hoja a igualdad de cantidad.
Estadísticamente está demostrado que el hábito de fumar en pipa y el fumar cigarros, el mantener el mayor tiempo el humo en la boca producen leucoplasias con más frecuencia.
En nuestras clínicas dentales, sabemos que es muy importante la observación clínica como dato a tener en cuenta, pues si el fumar ocasiona leucoplasias, éstas mejoran, e incluso desaparecen al cesar el hábito y sin ningún otro tratamiento. La combustión de productos volátiles son irritantes importantes. Este sería el mecanismo químico, pero también podría actuar por uno físico de tipo irritativo o mecánico como es el del sitio donde se coloca la pipa o el cigarrillo.
PROBLEMAS DENTALES PROVOCADOS POR EL TABACO
La leucoplasia del paladar es frecuente en los que fuman con la parte encendida en el interior de la boca como sucede en Sudamérica y Caribe. Se alcanzan 120º y el cigarrillo dura 15 min en vez de 5 del cigarrillo normal. En fumadores normales de cigarrillos las lesiones precancerosas son retrocomisurales y suele ser bilateral y de forma asimétrica. Las lesiones cancerosas en suelo de boca son más frecuentes entre los que retienen el humo debajo de la lengua sin expelerlo.
Se considera también efecto del tabaco, la mezcla de éste con bebedores de licores que mantienen estos en el suelo de boca para una mejor degustación. Presentan extensas leucoplasias y carcinoma de suelo de boca.
Existe también un tipo especial de mancha blanca o queratosis tabáquica en el paladar duro y blando, cuya mayor frecuencia es entre 50 y los 80 años asociada al hábito de fumar en pipa.
En cuanto a las aftas en mucosa y el tabaquismo, vemos que la incidencia de aftas es menor en sujetos fumadores frente a los no fumadores, posiblemente debido a la hiperqueratinización que produce el tabaco, que actúa como defensa de la mucosa.
Las consecuencias del tabaco en los dientes se ve en las diferentes partes de estos así como en su tejido de sujeción y periodonto. La periodontitis es una enfermedad inflamatoria iniciada por la acción de microorganismos presentes en el biofilm dentogingival y que lleva a la destrucción del aparato de inserción periodontal. Uno de los principales factores de riesgo para el desarrollo de periodontitis es el hábito de fumar.
El tabaquismo no solo incrementa el riesgo de desarrollo de periodontitis, sino que también afecta de manera muy significativa a la respuesta a la terapia periodontal tanto quirúrgica como no quirúrgica.
El humo de cigarrillo es una compleja mezcla de cerca de 4.000 componentes con propiedades citotóxicas, mutagénicas y carcinogénicas dentro de los cuales se encuentran irritantes de la vía aérea, sustancias cancerígenas y muchas otras sustancias tóxicas para el organismo, siendo de las más estudiadas la nicotina, debido a su relación con la adicción de los pacientes.
La inhalación pasiva o activa produce una disolución de los productos de la combustión en el epitelio oral y la vía aérea. Estos productos de combustión pueden dividirse en gaseosos y particulados, siendo este último tipo de partícula la que concentra la mayor toxicidad, liberando mediadores inflamatorios.
Los pacientes fumadores tienen mayor prevalencia de compromisos de furca en los dientes, identificada mediante radiografías, y clínicamente presentan mayor severidad de la enfermedad que los pacientes no fumadores.
Se encontró que lo fumadores también tenían mayor cantidad de recesiones y adicionalmente sacos periodontales más profundos comparado con los pacientes no fumadores, además de tener mayor reabsorción ósea alveolar y mayor prevalencia de defectos óseos verticales. La evidencia indica que existe una respuesta inflamatoria diferente entre fumadores que presentan una evidente apariencia clínica mejor, con menor cantidad de sitios con sangrado al sondaje.
El tabaquismo influye en el ámbito celular, molecular, microbiológico, procedimientos quirúrgicos periodontales, mantención periodontal y la reparación de tejido periodontal postquirúrgico.
Los casos de halitosis, son relacionados con una dieta deficiente, abuso del alcohol, ciertas drogas, enfermedades y tabaquismo. La evidencia ha sugerido que la halitosis y la presencia de tabaquismo tienden a aumentar la prevalencia de la enfermedad periodontal. Los fumadores con halitosis, experimentan una mayor incidencia, gravedad y progresión de periodontitis que los pacientes no fumadores sin halitosis.
En este sentido el fumar se ha definido como una causa extrínseca de halitosis y a pesar que la enfermedad tabáquica disminuye la sensibilidad olfativa, generando un impacto negativo en la identificación de halitosis, se ha reportado una asociación entre la halitosis y el tabaquismo y una relación entre estas entidades y la enfermedad periodontal.
En este sentido, el olor del aliento puede estar influido por muchos factores tales como estado periodontal y dental, higiene bucal, la lengua, la nutrición, el nivel de educación, medicación y el tabaquismo.
En la saliva, por ser el primer fluido biológico expuesto al humo del cigarrillo, se producen cambios estructurales y funcionales que a corto plazo generan un aumento en su secreción, por el contrario durante la exposición a largo plazo se reduce el flujo salival, aumentándose así los trastornos asociados con la disminución salival, especialmente caries cervical, gingivitis, cálculo y halitosis. Se ha reportado que el uso del tabaco sin humo produce cambios degenerativos en las glándulas salivales menores cercanas al sitio de colocación del tabaco.
Las manchas de tabaco a los dientes, les afecta en cuanto que la preocupación de la sociedad por el estado bucodental, no siempre coincide con la opinión de los profesionales. Sin embargo, en sociedades desarrolladas, la preocupación por la estética, en especial la dental está cada vez más solicitada; haciendo que la demanda de tratamientos blanqueadores haya crecido en los últimos años.
En la superficie del diente pueden encontrarse 2 tipos de manchas: las intrínsecas, que pueden ser clasificadas según su naturaleza en congénitas, asociadas normalmente a alteraciones estructurales en el momento de formación del diente, y adquiridos, que pueden subdividirse en preeruptivos y posteruptivas.
Entre las peeruptivas, la más común es aquella debida al uso de tetraciclinas, y entre las posteruptivas, los traumatismos dentales, asociados a la necrosis o no, suelen ser las etiologías más comunes. El otro grupo de manchas son las extrínsecas, que son pigmentos que se adhieren a la superficie a la superficie del diente y que provienen de la alimentación, una higiene oral deficiente, hábitos como el tabaco o por el uso de determinados productos como la clorhexidina.
Respecto al tabaco y sus efectos de tinción externa sobre el diente existen numerosos estudios sobre las tinciones o manchas dentales, que nos relacionan el tabaco con las mismas.