La salud dental durante el embarazo

La salud dental durante el embarazo

Además de acudir a nuestra consulta cuando necesites expertos en implantología dental, puedes hacerlo si estás embarazada y quieres saber cómo cuidar de tu salud bucodental durante esta etapa de tu vida. Precisamente de esto queremos hablar en nuestro nuevo post del blog.

Durante la gestación, con la alteración de las hormonas, pueden aparecer enfermedades como la gingivitis. Diversos estudios sostienen que más del 30% de las embarazadas padecen este problema en las encías. Es clave detectarlo a tiempo en cuanto se empiezan a percibir sus síntomas. Prestar atención a las señales como la inflamación de las encías, el mal aliento, la sensibilidad dental, el dolor al tomar alimentos fríos o las molestias al masticar.

Ante una enfermedad en la boca, en Martínez Barcenilla hemos de tratarlo de raíz. Durante el embarazo se pueden hacer sin problema tratamientos como empastes, limpiezas y raspados para eliminar el sarro. De hecho, es 100% recomendable hacer una limpieza para prevenir la aparición de gingivitis.

LA IMPORTANCIA DEL FLÚOR DURANTE EL EMBARAZO

Los cambios hormonales del embarazo no solo pueden alterar la piel o el pelo sino que también pueden provocar cambios en el esmalte de los dientes. Por eso, un aporte deficiente de flúor durante la gestación puede producir la aparición de caries. Junto con el calcio, el fósforo y el magnesio, el flúor es un micro mineral que contiene agentes antibacterianos. Por eso, sirve para proteger y fortalecer la estructura dental y ósea de la madre y del feto.

Además de venir a consulta a someterse a una fluorización, la gestante ha de utilizar pastas dentífricas fluoradas. La cantidad de flúor no debe superar los 3 mg al día ya que en exceso tiene un efecto tóxico que puede provocar flúorosis. Esta afección debilita el esmalte (provocando más caries) y debilita los huesos (descalcificación y osteoporosis). No solo eso, sino que un exceso de flúor puede decolorar o manchar los dientes.

Las radiografías se puede hacer solo en el primer trimestre de la gestación y protegiendo el abdomen y el cuello de la mujer ya que son de baja exposición. En cuanto a la anestesia, se usa lidocaína y hay que evitar la epinefrina.

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